Julian Mellado
En la búsqueda del « Jesús histórico » las fuentes principales son los propios evangelios. Frente a ellos tenemos dos interpretaciones, que llamaría « extremas » que se oponen ferozmente. Por un lado está la interpretación creyente conservadora que considera que todo lo escrito en ellos es rigurosamente histórico. Al otro lado está el escepticismo absoluto que considera que los relatos de los evangelios son pura mitología, hasta incluso llegar a negar la existencia histórica de Jesús de Nazaret.
Entre ambas posiciones absolutas, se encuentran una variedad de interpretaciones, como si fueran tonalidades de grises entre los extremos de blanco y negro.
Todo depende de la plausibilidad histórica que se den a ese relatos que vienen configurados en el texto de los evangelios. La posición que deseo exponer aquí, es que los evangelios no son obviamente biografías tal y como hoy entendemos ese género literario. Pero sí son una especie « de biografía » de la época donde se entremezclan un sustrato histórico con una interpretación o elaboración teológica. Su fin es más de formación que de información.
La dificultad estriba en encontrar ese « sustrato histórico » que para algunos se encuentra en una mínima expresión. Ya sabemos la opinión de Bultman cuando dijo que de Jesus » apenas se sabe nada ». Pero ya sus discípulos se vieron en la obligación de corregir ese escepticismo extremo.
Personalmente pienso que el estudio de las posibles fuentes de los evangelios es de la máxima importancia. ¿De dónde sacaron los evangelistas esos relatos? Conocemos que hubo más historias que corrieron en los primeros años , y que algunos fueron encontrados, lo que los expertos llaman « ágrafas ». (relatos sobre Jesús que no están en los evangelios)
Tenemos un consenso oficial que nos habla de las fuentes primarias, Marcos y Q, mas las fuentes personales de Mateo y Lucas. Algunos presentan también una fuente primaria en un primer extracto del evangelio según Juan, perteneciente a un misterioso discípulo ·amado· proveniente de Jerusalén.
He querido reflexionar sobre esas interpretaciones basadas en algún sustrato histórico. El problema es ¿qué criterio seguir?
En este escrito propongo seguir un criterio muy sencillo: tratar de encontrar en los relatos lo que es posible o probable según lo que conocemos de la experiencia humana.
Los creyentes conservadores ya están enfadados. ¡ Precisamente todo ( o casi todo) lo que tiene que ver con la vida de Jesús es sobrenatural ! Pero para ello hay que tener fe. Y lo que pretendo es encontrar lo plausible del relato, para cualquier lector, sea creyente ( no lo hay sólo conservadores) o agnóstico.
Para ello me voy a centrar en la emocionante historia de los « discípulos de Emaús » de Lucas 24, 13-35.
´Frente a los conservadores, siempre me ha parecido que su interpretación no tenía en cuenta ciertos detalles, y frente a los escépticos absolutos, que no tenían en cuenta un probable sustento histórico.
Por lo tanto, quiero exponer una interpretación alternativa. Por supuesto no diré « esto fue lo que pasó » sino solamente que » pudo pasar más o menos así.
Una interpretación alternativa
» Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén »
Lo primero que caemos en la cuenta es que esos dos discípulos no eran de los doce. Más adelante se nos dá el nombre de uno de ellos, quedando en el anonimato el segundo.
Estos dos discípulos se van de Jerusalén tras haber presenciado los terribles acontecimientos entorno a la ejecución de su maestro Jesús de Nazaret. Mientras van caminando, Lucas dice que Jesús mismo se acercó. aquí vemos ya la interpretación del evangelista, que va a condicionar el resto de la lectura. Pero lo cierto es que los dos discípulos « no lo reconocen ». Realmente su aspecto es « otro », y obviamente su voz también. ¿puede ser que Lucas recogió un relato donde dos discípulos se encontraron con un extraño camino de Emaús? (Lucas sigue interpretando el hecho diciendo que la causa de tal ignorancia estaba en « los ojos de ellos »).
El extraño se une a ellos y emprenden una charla, donde lo primero que expresan los discípulos es su estado de ánimo. Una enorme decepción debido a los acontecimientos ocurridos recientemente en Jerusalén.
Para ellos Jesús fue « un profeta, poderoso en obra y palabra delante de Dios y de todo el pueblo »……pero que fue entregado por los sacerdotes y ejecutado por los romanos. Tuvo que ser una sensación devastadora para aquellos judíos.
« ..nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel… » ¡ qué chasco !
¡ Cuántas cosas debieron ocurrir en esas horas de confusión, decepción y tristeza! Además si la confusión era poca.
» también unas mujeres nos han asombrado…..las que antes fueron al sepulcro, y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron«
El extraño responde con una especie de exhortación, y a través de las Escrituras ( no sabemos cuáles, pues en las Escrituras no se habla de un Mesías sufriente, una interpretación cristiana aplicada a un texto que no habla del mesías) que todo debía ocurrir así, pues era lo que el Cristo tenía que pasar. Lucas nos dice que el extraño es el propio Jesús, irreconocible, pero el extraño se refiere a Cristo en tercera persona. ¿Sería un discípulo del maestro que creía en Jesús como mesías sufriente? ¡A saber !
Al final, los discípulos le invitan a que se quede con ellos esa noche. Y como buenos judíos se disponen a bendecir el pan. Hay algo en la actitud del extraño que les reconforta cuando parte el pan y sobretodo cuando les abre las Escrituras. Ese encuentro con el extraño y Las Escrituras explicadas e interpretadas de cierta manera, les convence que Jesús está vivo, que se lo han encontrado con este Extraño. La congoja ha pasado, los sentimientos de frustración también. ¿Será eso la resurrección? Encontrar el significado del Crucificado en el Encuentro y en la lectura de las Escrituras?
Pero ¿quién era ese extraño? No lo sabemos…y ¿acaso importa? Para nosotros « Jesús se nos presentó vivo ».
¿De dónde sacó Lucas esta historia? El nos dice al principio, que investigó para escribir su evangelio. Y recordemos que es el evangelio según Lucas, donde el autor interpreta los acontecimientos según el interés o propósito teológico.
¿Pasó de esa manera que lo cuento? Hasta ese punto no llego. Solamente he querido exponer la posibilidad de que el autor del evangelio pudo escribir un relato teológico basado en un sustrato histórico.
Ahora bien, cuando uno lee el evangelio, uno lo lee desde sí mismo, con los propios presupuestos, y sobre eso nada tengo que decir.
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