¿Por qué La Navidad ?

Celebrando un nacimiento, la Navidad celebra la vida. La palabra griega utilizada aquí no significa vida biológica pero sí vida con una calidad especial. Calvino en su comentario no encuentra en esa abundancia una vida eterna en un sentido cuantitativo, sino una plenitud de vida.

Juan el Bautista, encarcelado, preguntaba a Jesús si era el que debía venir. Jesús contesta diciendo que su Ministerio entero es una lucha para la vida. El cura, devuelve dignidad, hace marcharse, da la vida muchas veces, hasta a través de la muerte.

Tal es la marca y la prueba del Reino de Dios entre nosotros. Esa verdad suena en la totalidad de los Evangelios.

Recuerdo ese culto organizado para estudiantes de Teología, cuando en el momento de la confesión de fe, a cada uno de ellos le fue preguntado quién era Jesús para él. Un estudiante contestó magníficamente: « ¡Jesús es un gran SÍ a la vida! »

La Navidad nos dice que donde amenaza la muerte, ya sea muerte religiosa, moral o física, somos llamados con Jesús a hacer triunfar la vida.

Entender el sentido y el precio de la vida, decía Albert Schweitzer, es entrar misteriosamente en comunión con Dios. Y precisaba: «la vida no es Dios mismo, pero el respeto a la vida en el amor es una acción divina».

La Navidad, entendida como un himno a la vida, nos anima, en un cristianismo espiritual, social y ecológico, a cuidar toda la vida y toda vida.

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